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    Contacto |  | ARTURO POMAR, 80 AÑOS
 
 por Ricardo Lamarca Barrios
 
   
                En el Club de Ajedrez Mallorca, año de 1938, se inicia 
            en el juego de los trebejos el niño ARTURITO POMAR SALAMANCA, de la 
            mano de su abuelo y de su padre. Los principios son iguales a los de 
            Morphy y Capablanca, por recordar a dos grandes del tablero y 
            similares a miles de niños que empezaron a jugar viendo mover piezas 
            a sus mayores.     Pomar 
            nació en Palma de Mallorca el 1 de septiembre de 1931 y hoy vive en 
            Esplugas de Llobregat sus 80 años.     Este hombre 
    siempre modesto fue durante muchos años el AJEDREZ de España, ensalzado como 
    un niño prodigio y jaleado por la prensa igual que en la música Pierino 
    Gamba. En 2011 apenas las nuevas generaciones saben nada de estos nombres, 
    pues si ignoran los nombres de Pomar y Gamba, mal pueden descubrirlos donde 
    –seguro- están en Internet.     ARTURO ha sido 
    siete veces campeón de España, muchas otras por Equipos, campeón de Castilla 
    y del Real Madrid. Ganaba torneos y formó infinidad de veces en la Sección 
    de España defendiendo el primer tablero. En 1962 ocupaba por clasificación 
    oficial el puesto 13/14 del mundo, después del torneo de Estocolmo, que 
    ganaba con holgura Fischer, donde Pomar le hizo tablas y ganó una partida 
    antológica al clasificado Geller. Todos en este evento eran fuertes y fue 
    imposible a Pomar sacar un punto y medio para seguir la ruta de los 
    “matches” finales donde estaba el “muro del ajedrez ruso”; eran tantos que 
    aun quedando 4 ó 5 en los primeros puestos uno o dos no podían pasar por lo 
    absurdo de ser tres rusos solos y a estos se añadían 2 más: ¡¡Botvinnik y 
    Tahl!!     Conocimos a 
    Pomar en 1958 y en el Frontón Fiesta Alegre del Real Madrid nos dio su 
    bendición para formar la Peña Pomar de la Cafetería Los Alpes, enfrente del 
    Ministerio del Aire, propiedad de Pedro Marchi Silvestre. Cuando nos visitó 
    con el Real Madrid para hacer honor a su nombre, nuestro primer tablero, 
    Fernández Rueda, le consiguió tablas, pero el Club madrileño seguro que nos 
    barrió, pues era el mejor equipo de España.     Pomar, ya su 
    Peña en la Casa de Palencia, nos dio simultáneas y lo mismo hizo, a nuestro 
    requerimiento, en el Sanatorio Guadalupe de Guadarrama, siempre gratis y nos 
    quitamos tanto pedigüeñear proporcionándole unas simultáneas en el Colegio 
    Mayor Nebrija, Paiposta y Pobla de Lillet, con algo de dinero, muy poco, 
    para los méritos del G.M.    Se dice de 
    nuestro genio del ajedrez que no llegó a más por falta de ayuda y estímulos 
    que sí los tuvo y no tanto otros compañeros que eran sus maestros y sólo 
    aprovechaban la estela del niño para acompañarle en los torneos que se 
    organizaban para que jugara Pomar y así hacerse un verdadero maestro 
    consagrado mundialmente, donde por libre y durante 2 años abandona España y 
    recorre parte de Hispanoamérica y EE.UU. y escribe un curioso y ameno libro 
    en México explicando su gira, teniendo sus problemas al regreso por su 
    incorporación a filas que resuelve la benevolencia del ex-campeón de Galicia 
    Gutiérrez de Soto, General del Ejército. Pomar, parco en palabras y gestos, 
    estaba agradecido. A pesar de ser un hombre zarandeado, aplaudido, querido, 
    agasajado y obsequiado de niño y de joven por su carácter y bondad estaba 
    por encima de estas cosas de la vida y es por ello, por lo que no llegó a 
    más y su enfermedad lo eclipsó para siempre hace años.     El Gran 
    Maestro es viudo de Carmen Pérez Gonsálvez, del pueblo de Manuel  (Valencia) 
    pues allí fue con su compañero Eduardo, campeón de Valencia, y ganó la 
    partida de su vida y entre lo dos han tenido siete hijos. Extraordinaria 
    mujer y muy encima y preocupada por su marido, a quien yo debo su 
    requerimiento para que ayudara a Arturo en asuntos de prensa con el diario 
    Ya, durante su participación en el Torneo de Madrid de 1973. Yo, un Simple 
    Peón mal jugador, obsequiado por Pomar con su paga por colaborar en su 
    columna de nuestro juego. Lo he dicho muchas veces: Pomar no era el divo que 
    se creía pagar a los demás por estar a su lado. Arturo tiene una hermana que 
    yo recuerdo en los años sesenta y le calculo por lo niña de entonces unos 66 
    años. Me gustaría encontrarla y que nos contara cosas de su hermano, siempre 
    tan silencioso y sobre todo en estos veinte años últimos. En la Pobla de 
    Lillet (Barcelona) tuvimos Arturo y yo nuestros últimos contactos y el oído 
    atento de Pablo Morán Santamaría, campeón de Asturias y campeón del 
    Periodismo y de la Historia del Ajedrez. Otro que pagó con creces los 
    servicios mezquinos de este almacenista de libros de ajedrez. 
             
             
               
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